13 de noviembre de 2012

Cicerón merece un penalti.

Lamentamos el retraso del domingo pasado. Inconvenientes. Sé que no es domingo, pero mejor tarde que nunca, dado que no siempre tienes la oportunidad de encontrarte inspirado sabiendo que estás de exámenes finales. Hoy hice café, ergo, para mí es domingo.

El tema del que quisiera hablar esta oscura y nubosa noche viene a cuento de la cercanía de la huelga general.

Nada más ni menos, iré contra todo el mundo. Hoy juego con equipo. Platón a la portería, Fidias, Scopas y Polícleto de defensas. Virgilio y Aristófanes, centrocampistas. Cicerón y Tito Livio, delanteros. En el banquillo: Aristóteles, Otelo, Praxíteles y Sófocles.
Pues, ¡allá vamos!


¿Qué nos ha ocurrido?

Lo que le ha ocurrido a esta sociedad es que ha conseguido aplastar más de 3.000 años de cultura, arte, lengua y evolución… ¡Con tan sólo un estadio de fútbol! ¿A quién le importan las artes y las humanidades hoy en día? ¿Son acaso necesarias? ¡Imagínense! El Panteón de Agripa reconstruido y convertido un campo cubierto. El Coliseo de Roma hecho un inmenso estadio. ¿Y las esculturas? No habrán cambiado su función: serán modelos propagandistas, auténticas obras de arte de importantes personajes de la época. En este caso, serán futbolistas.


No nos metamos mucho en este tema; podríamos salir muy mal parados. No vayamos a decir nada malo del fútbol, pues parece que nosotros nos lo buscamos. Ya se decía hace 2.000 años: al pueblo, panem et circenses. Había que entretenerlos. Los altos cargos no se podían permitir dejarles pensar. ¡Y hasta dónde hemos llegado! Nos hemos excedido. Ya nadie le da importancia a la cultura. Ahora la cultura es el fútbol, es conocer los equipos de primera, segunda (y para los más cultos, hasta tercera) división, es ser capaz de nombrar el nombre de cada jugador… Fíjense ustedes, ¡ni el ganador de los Juegos Olímpicos en la Antigua Grecia gozaba de tanta gloria!


“¿Cuál es el problema?” preguntarán los que les da igual este cambio. Pues que los más espabilados, los que tenemos por encima de nosotros, aprovechan y quieren cortarnos ese lazo que nos ha unido durante tanto tiempo con la cultura (la cultura de verdad, si hace falta decirlo). Quieren que desaparezcan las artes, quieren hacer desaparecer el latín, ¡y ya que estamos, el griego también!


Buscan una sociedad de gente ignorante, que no sepa lo que se les viene encima. ¡Que no sepan latín ni griego, que luego conocen más lenguas! ¡Y se acercarán al origen de los pensamientos clásicos! ¡Y además, sabrán demasiada cultura! Quite quite, no vayan a aprenderse nuestra historia y nuestro pasado, que luego se dan cuenta de que las cosas no funcionaban así. Cuanto menos sepan qué ocurrió, menos sabrán lo que ocurre y ocurrirá. Vamos a ponerles la Champions, que ya toca hacer recortes, y hay que librarse ya de la Educación.


Y sin ir más lejos, ya tienen el plan: se acaba el bachillerato de Artes. Se acaba el griego en Humanidades. La posible desaparición de Historia en 4ºESO como materia obligatoria (al igual que pasó con el Latín hace unos años). Mientras los sueldos y el dinero que mueve y engloba al fútbol ha alcanzado cifras desorbitadas. Ya ni el dinero vale para la educación.


Muchos seguirán manteniendo que todas estas cosas no sirven para nada, y lamento que penséis así. Y lo peor, me duele. Miles de jóvenes y adultos habrán perdido su futuro y su trabajo... ¡y los que quedan! Entendemos que el fútbol sea un gran entretenimiento, para eso existe. Pero el mundo ya ha hablado: antes el fútbol que la educación. Y así nos hemos quedado. Y todo esto lo escribo realmente apenado. No hay más. Tan sólo digo que Cicerón merece un penalti en esta sociedad.
Siento los posibles desacuerdos.
Manu.

4 de noviembre de 2012

Espíritu pre-navideño

Buenos días y mediodías a todos. Hoy quisiera dedicarle esta parte del blog (a la que he bautizado como esa longeva introducción llena de paréntesis y acotaciones) a mi compañera Cris, que actualmente no está actualizando conmigo. Ella, que es vaga y despreocupada, aún más vaga que despreocupada... Algún día, la pobre morirá por pereza a respirar. Su ingenuidad y despiste acabarán con ella de alguna forma poco común (metiendo un cuchillo en el microondas, o en la tostadora). Aún así, yo la quiero... pero espero que no vuelva a dejar colgado el blog de esta manera tan vil y cruel. ¡Decepcionando a nuestros lectores cuando más nos leían (o decían leernos)!

¡Lo dicho! ¡Hola de nuevo todos! 
Como habréis comprobado, el café de los domingos es el único lugar que se toma un puente y no parece corto. 
Bueno, lo que pasó fue que (excusa barata en la que acabaré echando la culpa a Cris). Pasemos hoja.

Un fin de semana más (o menos, depende de cómo de positivos os hayáis levantado hoy o de la resaca que tengáis) por nuestra pequeña capital asturiana. Sabemos que tanto vosotros como yo deberíamos estar estudiando. Pero como estáis leyendo esto, vamos a sobreentender que no tenéis ganas y que estáis dispuestos a leernos (somos la única lectura obligatoria del fin de semana, no os quejéis).
Podría hablaros de los exámenes de Bachiller, del día de Todos los Santos, de Halloween (pronunciado Jalogüin) y su TOP TEN de disfraces putillas... ¡PERO NO! Me voy a adaptar al mundo actual y hablaré, nada más ni menos... ¡de la Navidad!
¡Preparaos! ¡Coged vuestros chupitos de zumo de naranja natural! ¡Agarrad esa jarra de café!

Estamos viviendo una etapa conocida como la pre-Navidad. Cuándo empieza, os preguntaréis. Pues, siendo escuetos, empieza desde que ves el primer Papá Noel colgado vilmente en una ventana... sin ser diciembre. Son esas ansias de los ciudadanos por querer que empiece la Navidad... y tantas son las ansias que acaba por volverse una insana obsesión, provocando una decadencia del tejido nervioso, y que termina con la paranoia o alucinación de que a la primera ráfaga de viento gélido, es Navidad (o de que el hecho de colgar adornos por las ventanas les permitirá acelerar el tiempo, pero no llegan a ser tan neuróticos). Este síndrome, además, es muy contagioso. Al primer vecino que lo padezca, puede extenderse rápidamente por el edificio, y luego por el vecindario, y por la calle, y por tu barrio... y no existe ninguna cura conocida. Cabe destacar también que es una enfermedad muy prolongada, ya que, empezando ésta en octubre o noviembre, hasta finales de febrero no hay atisbo de su fin. La pereza les impide quitar todos esos adornos que pusieron con tanta felicidad e ímpetu meses atrás... (aquí se parecen a Cris).

Pero, ¿qué ocurre desde el periodo de incubación hasta el fin de la enfermedad? Esos días entre diciembre y enero...
Amigos, ese es el peor momento de la enfermedad, que ha conseguido atravesar las fibras nerviosas y penetrar de lleno en el cerebro. Todos los afectados son fácilmente reconocibles mediante los siguientes síntomas:

-Ojos desorbitados y sonrisa bobalicona.
-Continua observación en los escaparates.
-DICEN que va a NEVAR (pobres inocentes).
-Cantan molestos villancicos, aún sabiendo que no tienen ni pies ni cabeza, y que nadie quiere escucharlos.
-Ridículos gorros blancos y rojos, acabados en punta y pompón.
-La ilusión por ver caballos y otros animales exóticos en la ciudad por las calles.
-Idiotismo colectivo con inexplicable buen humor.
-La excusa de "ES NAVIDAD" como respuesta para todo. En cualquier situación (que lamentablemente incluye consecuencias 9 meses más tarde).

Pero lo que más me asombra (y a quién no) son las múltiples compras absurdas que podemos llegar a hacer. 
"Eh cariño, he comprado este espumillón color dorado-Freddie Mercury porque creo que podemos sacarle provecho a lo largo del año". 
"Oye, este traje de elfo puede servirnos de ahora en adelante". 
"¿Quién no querría un CD de top villancicos del año?". 
"¡NECESITAMOS MÁS TURRÓN, POLVORONES Y MAZAPANES, NO HAY SUFICIENTES!".
Y mi favorito:
"¿CON LO QUE CUESTA EL IPHONE 5 Y LO INÚTIL QUE ES? QUE TU MADRE Y YO NO SOMOS UN BANCO". 
Que luego en Navidad se convierte en un: 
"Eh, es Navidad. ¡Un iPhone 5 de esos nuevos para el crío!".

¿Pero qué nos pasa? ¿De verdad estamos tan necesitados de la Navidad? ¿Tanto necesitamos una excusa para evadirnos del día a día? ¿Para cantar, comer, y estar idiotizados por el consumo?
Siempre me ha fascinado la forma en la que ignoramos la crisis en estas fechas. No la ignoramos del todo, pero le prestamos menos atención. No nos quejamos tanto, y sólo oímos el "qué mas da, ¡si es Navidad!". Navidad, Navidad, Navidad... parece que tenemos marcado en el calendario los días que podemos ser felices (y cómo debemos serlo). Los días en los que, estando medio arruinados, no nos importa nada decir "Hoy nos tomamos un buen Vega Sicilia". Es la época en la que hay que ser amables, hasta con quien no soportamos (porque ¡es Navidad!). Es la época de la felicidad y curiosamente está ligada al dinero en demasiados aspectos. Y claro, ¿quién quiere ser el ruin que no celebre la Navidad?

Cada año entiendo menos estas fechas, así que haré como Mark Hoppus... Me asustáis, manteneos al margen de mi casa. Si no queréis sacarme de quicio, dejadme los regalos y largaos.

Antes de darnos cuenta, estaremos tiernos, gordos, abrazando hasta las farolas, tarareando canciones absurdas y navideñas... ¡Es peor que lo que se te ocurre hacer a partir de las 2:00 AM!

Lectores, yo sólo busco esconderme. Antes de darme cuenta, ya no tendré un café en mi mano, sino un tazón de chocolate caliente, repleto de dulces nubes, recubierto de azúcar, con un polvorón colgado y una tira de espumillón amarilla a lo Freddie Mercury adornando la taza. ¡No nos queda mucho tiempo! ¡Escapad ahora que podéis, inocentes! ¡Los iPhones 5 empiezan a ser tentadores para los padres! ¡Ya hay ofertas en los mazapanes y polvorones! ¡Ya hay colgados ridículos muñecos en las cornisas!
Y lo peor, ¡aún es noviembre!

Parodia dedicada a todos aquellos que se mueren por unas Navidades, ¡no dejéis de leernos! Aunque tardemos tanto en actualizar.

Manu

2 de septiembre de 2012

Abrazando septiembre

Como de costumbre cada cuatro o cinco meses, aquí regresamos prometiendo volver a las andadas con una entrada nueva. Pero esta vez en serio. Otra vez. De nuevo. En serio. De verdad. Lo juramos.

Nuestra vagancia, vacaciones, estar separados tanto tiempo y demás excusas que se nos van ocurriendo nos han impedido dar parte de nuestra existencia por estos lares durante el pestañeo que ha durado el verano, pero ahora que el terrible Septiembre ha llegado y empezamos segundo de bachiller tendremos mucho más tiempo para actualizar. ¡Ahora con entradas un 21% más sarcásticas que de costumbre!

Podríamos hablar de la nueva longitud de la barba de Manu, del nuevo tamaño adquirido de las tetas de Cris, etc. Pero sería repetirnos como todos los veranos. Así que nos limitaremos a decir que estamos haciendo el esfuerzo de seguir tomando un café un agradable domingo con la subida del IVA, en el mismo sitio de siempre. Tenedlo en cuenta. Leernos es gratis y sano. El café nos da por el ojete. Causa alteraciones nerviosas y económicas.

Así que, como si os obligásemos a escuchar anécdotas que os importan más bien lo mismo que el nuevo tronista de Mujeres Hombres Y Viceversa (o eso esperamos; en caso contrario, cierren la página, abran la ventana, y procedan...), hablaremos de nuestro verano.
Ambos hemos circulado por esas magníficas tierras nórdicas, verdes y llenas de alegres gordinflones borrachuzos. Hablamos, ¿por qué no decirlo?, de Irlanda.
Son muy grandes los recuerdos que tenemos de dicho lugar (casi tanto como el tamaño de la cerveza negra que servían). Podríamos recordarnos, por separado, cerrando pubs a las 2:00 AM, amaneciendo a las 4:00, o al otro extremo de Irlanda, sobredosis de cafeína, exhibicionismo por la calle, baños por las gélidas aguas irlandesas, peleando con objetos de limpieza en un campus a altas horas de la noche... En cualquier caso, ni unos cuantos kilómetros nos han impedido encontrarnos y disfrutar de nuestra compañía.

Son esos veranos que se disfrutan, pero que al volver, necesitas mantenerte en movimiento y hacer cosas (a excepción de tareas domésticas o prepararte para el inicio del curso. Eso nunca ocurre). Septiembre es un mes que ni es verano, ni es otoño; es, sino, un agujero negro del espacio-tiempo en una dimensión paralela en la que predomina el cansancio, la sensación de domingo por la tarde o lunes por la mañana, cuando se nos escapan las ganas de disfrutar, pero aún así, tenemos necesidad de ello. 
Vaya, que septiembre es una resaca (con el gran original chiste de Wake me up when September ends; eso es como decirle a una mujer "Estás en esos días del mes, ¿verdad?" cuando tiene la regla).

Pero no pasa nada. Para eso tenemos a nuestro colega Rajoy dándonos una calurosa bienvenida, recordándonos que no sólo tendremos un curso más difícil, sino que además tendremos que hacer pactos con el diablo para poder permitirnos tomar una cerveza, comer decentemente o estudiar en condiciones (pero no las tres a la vez, para eso necesitaríamos un milagro o meternos a políticos vivir como ladrones).
¡España no nos ha echado de menos por lo que podemos observar!

Claro que, volver a estas fechas no solo implica todo eso. Reunimos anécdotas que posteriormente compartiremos todos juntos (y si no, nada que un YoNunca no pueda arreglar). Los reencuentros con distintas personas: que si uno se ha hecho un pendiente, que si otro ha corrido por las calles de Holanda colocado hasta las cejas, que si otro se ha pasado por EEUU ordeñando vacas tocando tetas... Vaya, que parece que nos hemos montado en un DeLorean y hemos estado años y años sin vernos (NOTA: Robert Zemeckis, te quedan exactamente 3 años para 2015 e inventar el aero-patín).

Llegando a la conclusión, queridos lectores (si es que no os habéis lanzado por la ventana) de que los años los contamos por los meses de septiembre. 
Admitamos que tras el verano, una de las mejores sensaciones es volver a ver a los desaparecidos por el mundo, por muy negros que estén o por muy perroflautas que parezcan con su nueva barba, y disfrutar otro año a su lado.
Al fin y al cabo, llegará un mes de septiembre que cada uno esté en su respectivo nuevo hogar del mundo y no nos tendremos para compartir nuestro verano.

Miremos ese lado bueno a estos días próximos al otoño (que muchos poetas han comparado con la añoranza y melancolía), brindemos por otro año más cerca de los nuestros, y os invitamos a disfrutar de nuestro blog una vez más (y de forma gratuita, ¡que con la subida del IVA de estos puñeteros cafés ya es decir!).

De reencuentro.
Manu&Cris

29 de abril de 2012

¿Quién necesita un DeLorean?

Hoy es de esos domingos en los que te despiertas, te quedas en la cama babeando y haciendo la croqueta durante un par de horas, y luego decides incorporarte. Además, estamos en un puente, y eso significa que nos encontramos ante un simulacro de Apocalipsis Zombi: calles casi desérticas, humor espeluznante y gente que debido a la fiesta del sábado, su cara ha sufrido una apocalíptica transformación resacosa. Pero por el resto, seguimos en pie (aunque en pijama) dispuestos a aguantar una próxima avalancha de exámenes. 

Me he decidido a empezar a contar el tiempo en momentos. Llega un momento en el que empiezas a darte cuenta de que el tiempo acelera precipitadamente, y nos pasa lo que decido llamar el efecto vacaciones: crees que ha pasado una semana, cuando en verdad han pasado 3 lustros, un par de glaciaciones, un balón de Sergio Ramos en forma de satélite... y antes de que te des cuenta, tus hijos se acaban de graduar y conoces a tus nietos.
Yo tengo esa sensación de que cada año que pasa, el tiempo se acelera, así que no me sirve de nada decir en qué semana o mes estoy. Me es más fácil hacer divisiones temporales por momentos. Por ejemplo, mientras me cambiaba la voz, o antes de que el Rey se volviera un ciborg, o incluso guiarme por el crecimiento de mis patillas.

Y ya sabéis que mis introducciones suelen ser largas, no me enrollo con el puñetero tiempo, que ya gasté demasiado. 
Ha sido una semana excéntrica, en la que no me he tomado nada en serio y sé que lo lamentaré en cuestión de días momentos. He podido probar el dulce néctar de la cerveza casi toda la semana, dormir más de lo esperado, batir mi récord de bostezos seguidos y recuperar mis no-ganas de estudiar. Hogar dulce hogar, podría decir. 
De lo que sí estoy seguro es de que ha sido una semana muy nostálgica. Todos conocemos esa sensación de añoranza al pasado. A mí me viene como la menstruación; una vez al mes echo de menos muchos momentos que se me atragantan y ni un trago de Coronita es capaz de digerirlos. Teniendo en cuenta que vengo de un viaje de estudios muy animado y de que ahora solo oigo "Graduación aquí, graduación allá, deberías afeitarte", me doy cuenta de que no nos queda nada estando juntos. Decir que me iba a Madrid en 3 años sonaba a lejano. Decir que me voy en 1 año y un par de meses a estudiar la carrera y dejar atrás todos esos años momentos en Asturias, me agobia. Es peor que dormirte encima de tu bol de cereales y ahogarte con la leche (os juro que estas cosas pasan). 
Y ya sabéis: tempus fugit, vita flumen, y me diréis que carpe diem y tópicos por el estilo, para que al final os haga el mismo caso que a vuestras peticiones del FarmVille.

La vida de un estudiante de primero de bachiller tiene como misión no hacer nada, decir que hace algo,  exagerar la dificultad de lo que hace ante sus padres o conocidos, y temer ante los neuróticos alumnos de segundo de bachiller que corren estresados de un lado a otro gritando PAU, exámenes, nivel de vida social en decadencia... Para mi fortuna, yo sigo viviendo cual rey (sin cazar elefantes, pero algo dolido de la cadera), y mi única pregunta es "¿Hasta dónde llegaría por unos Golden Grahams?".

En verdad, los meses momentos de Abril, Mayo y Junio son momentos de decadencia. Nuestro nivel de pereza aumenta peligrosamente, los soleados rayos del verano se acercan y empezamos a notar la primavera en su máximo esplendor. Abren los puestos de helados, estrenamos camisetas, y las chicas nos alegran más el día dependiendo del calor. Pero eso es otro tema delicado que dejaré en el aire.

Todos estos párrafos para deciros lo más obvio que podría deciros. El verano está relativamente cerca.
Es época de animarte a tirar a tus amigos a la piscina, o de coger la guitarra y largarte a un prado a tocarla con unas cervezas y unos colegas. Que los exámenes no os abrumen ni os quemen el cerebro. Estudiantes del universo, tenéis nuestro apoyo incondicional otro domingo más. Espero haber sacado alguna sonrisa en este domingo que llega a su fin, y podría haceros reír si os contase divertidas anécdotas de ayer, pero no sería conveniente ahora mismo. Compenso animándoos con la idea del prado, guitarra, colega y cerveza.


Recuerdos a todos mis lectores. Llena mucho saber que hay gente que lee los pensamientos de un neurótico como yo. Un café por vosotros, y un brindis por los asquerosos domingos, por el verano, fiesta, cerveza, [y American Pie].

Manu&Cris

18 de marzo de 2012

We are sexy drunk irish anonymous, and we know it.

Conocemos vuestra situación. Estáis exactamente así:


Vomitando en vuestro sombrero
de San Patricio.
Resacosos, leyendo nuestro blog
de forma obligada.
Bueno, en este pequeño espacio de aquí intentaré hacer la introducción. Ayer fue San Patricio, y como ya sabréis (o deberíais saber), por un par de cervezas Guinness os ganabais un sombrero de lo más espeluztacular con el que presumir toda una noche, (sin contar las personas que te lo roben). Yo, personalmente, no recuerdo haberlo conseguido (y Cris, menos), pero el sabor amargo de la Guinness en la garganta al despertar lo  confirma.




En fin, un domingo más os animamos a que leáis un poco, entrenéis la vista y bajéis la resaca con lo primero que se nos ocurra (dado que Cris no ha preparado nada...)
Alumnos y estudiantes, estamos en la curva que nos llevará a la recta final, y como de costumbre, a todos se nos echa el tiempo encima; estamos con el agua al cuello y más nosotros que nos está lloviendo a cántaros (because Asturias is different, that's why).


Domingo es día de pensar que después de la fiesta del sábado (o lo que os acordéis de ello), hay que empezar a hacernos una idea de lo que vamos a hacer con nuestra vida (para los que ya tengáis filosofía, es llamado "Vacío existencial". Felicidades, sois filósofos).


Bueno, invertid el tiempo y escribidlo, para ver qué estáis pensando; podríais sacar mucho provecho de un domingo amargado. Hay que evitar que los ensayos existenciales desaparezcan. Unamuno estaría orgulloso (... o no. Lo más probable es que se suicidase en su propia nivola al ver que su arte literario se ha reducido a una historia entre cerveza y café). Nosotros lo escribimos, describimos nuestra situación y pensamientos (café a la izquierda, donnut a la derecha, patatas de frente e imaginación volando, aunque hoy estemos espesos, pero como no estáis para centrar entre tanto paréntesis, nos da igual).


En fin, ESO era como una introducción (con paréntesis).
Lo que queremos decir: la fiesta del sábado equivale a lo que tardas en llorar cuando Mufasa está al borde del precipicio. En cambio el domingo es el día de la semana en el que el tiempo se para y toooooodo te paaaaaaaasa asííííííííííí deee leeeeentoooooo mezclado (en la mayoría de los casos) con un dolor de cabeza y el "Mañana lunes. Oh sí". 
Que sabemos que es un asco. Y sí. Nos repetimos.


Finalmente, que escribáis el asco que os da, PERO (Lectores, aquí empieza el blog), le sumáis sentido del humor. Haced de vuestras desgracias o pensamientos fúnebres algo más cómico, y el que consiga que se rían más personas del golpe que te diste contra 3 escalones y un cristal, gana. Así conseguimos contagiar el Buen-Rollismo un domingo. 
Bueno, anécdotas divertidas que con mucha suerte, dentro de 30 años se convertirán en "¿Os acordáis cuando Cris se sentó en la barra y se cayó hacia atrás rompiendo el sofá y las botellas?".


Y, para evitar teneros siempre con lo mismo, el domingo que viene nos hemos propuesto adentrarnos más en la actualidad. Tal vez, algo de cine, puntos de vista más actuales. Ya sabéis, lo jodidos desesperanzados que estamos en el futuro, pero siempre intentando que sea nuestro. Muy nuestro. Cafetero. Para sonreír mínimamente. O reírse.


No os descubriremos nada nuevo; esto deberíais haberlo aprendido tras haber visto La vida es bella.


Todo un placer teneros aquí otro domingo.
Manu&Cris


Prometemos esforzarnos más con el siguiente.

11 de marzo de 2012

De pequeños queríamos ser arroz con tomate.

Cuánto tiempo. Manu ya tiene barba y Cris ya tiene tetas. Empecemos de cero.

Hola, somos dos jóvenes neuróticos, tal vez nos recordéis por otros blogs como el maravilloso "Café de los Domingos" o el "Fantástico Ralph". O tal vez no. Nuestra increíble pereza, entre otras cosas exámenes, nos han impedido seguir con este blog tan chapucero guay. Muy guay.

Bien, sabíamos que los tiempos iban a cambiar. Que sí, todos lo pensamos en un momento entre los 13-18 años, generalmente. Oh, pero no nos esperamos que vaya a pasar de repente. O que ocurra demasiado rápido.

Bueno, para poneros un ejemplo, para nosotros desde la última actualización ha pasado como un fin de semana para un universitario. En cambio, para algunos obligados dignos lectores, nos dicen que llevamos casi un año sin actualizar. Bachiller es lo que tiene. Piensas en meter los dedos en el enchufe, pero con tanto examen no tienes tiempo.

Empezamos el Blog hace 2 laaaargos años. Ha habido las típicas crisis adolescentes (no como las de la MTV, que la desgracia es quedarse sin hamburguesa en el McDonalds o que la prueba de embarazo no de positivo a los 15-16 años). Han desaparecido personas que creíamos cercanas, y han llegado nuevos tontos a abrazarnos en nuestra vida. Ha habido muchos cambios. Abajo el puritanismo, viva la cerveza, viva el  futuro de la juventud, días anarquistas y republicanos que se pasarán al cabo de los años y nos volveremos más conformistas. 

También esa horrible división por ideologías. ¡Habrase visto! Aún recuerdo cuando la mayor discriminación era no tener tazos de Pokémon o haberte perdido el último episodio de tu serie Disney favorita (Dato: las de dibujos animados, no esas series "juveniles" actuales que hacen sangrar a la propia comedia). Por ejemplo, yo de pequeño quería ser arroz con tomate.
No vamos a abrumaros sobre lo asqueroso que es a veces pasar de la tierna infancia a los innumerables granos y cambios de humor de la adolescencia. Estaréis de resaca, babeando por los suelos, aguantando el café e intentando leer todo esto.

Vamos a intentar hablar de ese "cambio" que surge en la adolescencia que va a condicionar los siguientes años que vivamos. Vaya, que eso de que lo que ocurra en la adolescencia es sólo un juego que hay que disfrutar lleva tanta mentira como un "En mi vida me he masturbado".

Tras todas esas espinillas, resacas, nostalgias, caspa, afeitados (y un enoooooorme etcétera), nos encontramos ante una serie de presiones que nos atormentan en momentos de debilidad. "Ese maldito futuro que me espera (siendo de la generación nihilista), y lo morboso que está aquel chico. Yo quiero algo con esa chica, pero que no quiero nada serio, luego por las noches tengo un vacío existencial y me doy cuenta de que no estoy haciendo nada útil". Típico.

Personas de fácil bajón, queremos deciros que, ya que nosotros estamos chupando electricidad de una cafetería para escribir esto, nos deis la razón por lo que habéis leído. Habrá cambios, y por supuesto, una inmensa mayoría serán odiosos. Aunque, por ejemplo, no tengo nada que objetar sobre las tetas de Cris, y mi barba me permite hacerme el interesante (que en verdad, es para lo único que quieres una barba). Para esos desastrosos estudios del futuro, solo hay que pensar un poco como American Pie. Chicos o chicas habrá suficientes, incluso demasiadas cuando tienes cerveza en mano y te rascas la barba para hacerte el interesante (evitaré volver a hacer alusión a las tetas de Cris). Y los días de vacío existencial (por excelencia, los Domingos), siempre os queda un café en la mesa -procurando que esté alejado de vuestro ordenador-, y leer estas parrafadas que intentamos hacer mínimamente cómicas.
Cris me ha prohibido enseñar foto "en delantera".


La vida sigue, el blog también.
Y esperemos que por mucho tiempo.

Manu & Cris