24 de noviembre de 2013

No por cansancio

Domingo por cansancio.
Aunque no,
no es cansancio,
sino el dolor tras
respirar,
o al suspirar,
cuando me pesa el
alma
al pasear tu mirada
por la mía,
y dejarme solo,
cansado en desasosiego,
sin calma.
Solo miedo
de encontrar
el reflejo de
nada.

Manu Riaño.
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<<No, ni una sola mirada de un hombre
ponga su vidrio sobre el mármol celeste.
No le toquéis. No podríais. Él supo,
sólo él supo. Carne sólo para amor. Vida sólo
por amor. Sí, que los ríos
apresuren su curso; que el agua
se haga sangre; que la orilla
su verdor acumule; que el empuje
hacia el mar sea hacia ti, cuerpo augusto,
cuerpo noble de luz que te diste crujiendo
con amor, como tierra, como roca, cual grito
de fusión, como rayo repentino que a un pecho
total único del vivir acertase. 
>>
-Vicente Aleixandre.
Poema dedicado a la muerte de Miguel Hernández, poeta que luchó con tres heridas: la de la vida, la del amor, y la de la muerte. Nadie fue capaz de cerrarle los ojos al fallecer.

17 de noviembre de 2013

Felices Noaunvidades

¡Un muy feliz domingo a todos!
Ya empieza la época de pasear por casa con una manta puesta a todas horas y de hacer chocolate caliente a la mínima de cambio (podemos imaginar que es Hogwarts, llevamos túnica, y estamos en clase de pociones). ¡El invierno se acerca! Hoy toca mi entrada anual cercana a la Navidad que habla del frío y del curioso comportamiento de la gente.
Entramos en la estación gélida y yo echo de menos oír un sutil y delicado "FAE UN CUTU QU'ESCARABAYA EL PELLEYU", que soy un asturiano en Madrid (lo ha sustituido el "Buah, mazo frío que hace, tronco"), mientras proponemos unas cervezas en un bar calentito y empezamos a hablar de las Noaunvidades.
Noaunvidades, han leído ustedes bien. "¿De qué narices nos habla este?", se preguntarán...
Bien, denominamos Noaunvidades a ese fenómeno que ocurre uno o dos meses antes de las Navidades... cuando la gente cree firmemente que ya es hora de sacar el condenado árbol, anunciar ofertas en los mazapanes y adornos navideños, colgar un ridículo Papá Noel de sus cuatro ventanas... Y lo hacen con suma normalidad y devoción. Sí, las Navidades, que en teoría no duran más de dos semanas, parecen durar desde finales de octubre, hasta principios de febrero (porque luego nos da pereza recoger el árbol. Por no hablar de los mazapanes y el turrón, que duran hasta mayo).
Sí, todos tenemos ganas de jugar entre la nieve (y al final, no nieva nunca), de que haya regalos (porque la economía está muy bien, ¡vaya inocentes si creéis que os van a regalar la Play 4 con esas notas!), de pasar tiempo en familia (o eso dicen las películas, ¿verdad?), etcétera.

¿Tantas ganas tenemos de evadirnos? ¡Despertad, merluzos! Que comer las 12 uvas a tiempo no nos va a solucionar la vida. Sí, vaya Grinch estoy hecho, ¿verdad? Pero cada día lo veo más claro. ¿De verdad necesitamos una época fijada en un calendario para ser amables, buenas personas y pasar tiempo con nuestros seres queridos? Y para gastar como condenados, todo sea dicho, que es el quid de las tan bien recibidas fiestas.
Anda, qué bien nos lo tienen vendido. Si pensasemos como si viviéramos en Navidades todo el condenado año, ¡seríamos taaaan felices! Pero bueno, tal vez sea mucho pedir, amigos.
Y no lo digo enfadado, ni mucho menos. Yo me lo paso de lujo con este panorama, brindando por cada Papá Noel que veo colgado en una ventana e inflándome a mazapanes hasta mayo.
Si yo también estoy atolondrado y caigo en la trampa, pero es una trampa tan cálida y tan bien preparada...

En fin, compañeros, ¡porque algún día pensemos como unas Navidades durante todo el año!
¡Felices Noaunvidades!

Manu Riaño

10 de noviembre de 2013

Y otro, otro trago.

Mírate.
Bécquer creyendo en Dios
por haberle mirado.
Y yo, que en ti
solo pienso a ratos...
Solo en ti... solo a ratos...
Solo para concluir
que le sobra hielo
al whisky barato.

No me decanto;
incoherente en decadencia,
decadente sin decencia,
indecente sin coherencia.
Abandono mi ánima.
Que lo decida
el próximo trago.


Manu Riaño