20 de febrero de 2011

We are on a Highway to Hell


Sentimos no haber actualizado la semana pasada (Bueno, sabemos que dormísteis tranquilos igualmente).


Nos pasamos media vida esperando el momento perfecto para hacer las cosas. Nuestro momento.

Media vida pensando que en la siguiente esquina, quizá en la próxima calle, aparezca la cara que queremos ver y que igual, si el destino se aburre y decide darnos una oportunidad, solucione las cosas.

Y pasan las esquinas, y pasa la gente, y pasan los momentos. Sigues caminando...  y pasa la vida. No pensamos más que en las calles que vamos a atravesar y olvidamos que los portales que pasamos, aunque ni los veamos, también son importantes.

Los momentos vienen y van, las oportunidades se pasan y no las vemos porque seguimos pensando en una que venga anunciada con señales luminosas. Buscamos luces de colores y olvidamos que las mejores ocasiones, siempre van a ser esas que aparezcan por casualidad, sin buscarlas.
Confuso.
Entre  un millón de personas en las que estás (cada una, con su propia vida), sólo estás concentrado en qué es de ti.
¿Y qué es de mí?

Cada uno, trata de solucionar esto de alguna manera. Cada uno, busca una solución de una forma distinta:

Hay algunos que buscan inspiración en el fondo de una botella.

Otros, deciden sentarse y esperar a que pase algo.

Y otros miran a un "más allá" propio,
sin saber con qué se sueña y cuán real es.


Olvídate de tu momento y aprovecha los que van viniendo, nunca sabes lo que puede venir con el café, ni lo que puede ocurrir cambiando el sofá por una vuelta con amigos bajo la lluvia un domingo por la tarde. Al final, de lo que te vas a acordar es de los pequeños ratos. ¡Y con qué poco podías ser feliz!
:D

Si nos fijamos en nuestra propia autopista, nuestra "Highway to hell", Nos daremos cuenta, justo antes de llegar al final, que no hemos disfrutado el viaje en absoluto. Solo queremos avanzar y avanzar, pero no nos fijamos en las desviaciones que nos ofrecen.
Cuando nos demos cuenta, lástima, ya no hay marcha atrás, por mucho que grites.

Pues, con estos párrafos de dos líneas cada uno sin mucho sentido, os queremos decir que de nada sirve llegar al final de la vida sin tener recuerdos que te acompañen mientras tus cenizas sobrevuelan el mundo (No queremos ser tétricos, la cosa es que pilléis la idea).

Y en una frase, para los más vagos:
No nos tomémos en serio la vida. Al fin y al cabo, no vamos a salir vivos de ella. 


Prometemos actualizar en serio algún día...


Manu&Cris

3 comentarios:

  1. eeh, me gustáis bastante! :3 os sigo chicos.

    ResponderEliminar
  2. Entre unas cosas y otras, no leí la entrada antes... Sí que me chocó que no actualizaráis aquella semana. Se echó en falta, la verdad :P
    Digáis lo que digáis, penséis lo que penséis, buena actualización chicos =)
    Y es que muchas veces pensamos en avanzar por el camino fácil, por el camino recto, sin pensar en otros caminos que puedan surgir, en las desviaciones que vosotros decís, y eso es una lástima. Los pequeños momentos son los que luego se recuerdan y se sonríe al imaginarlos :)Ni una botella, ni permanecer sentado sin hacer nada, esperando que pase el tiempo... no nos llevan a ningún sitio.
    Tendríamos que ser más espontáneos y no esperar tanto al momento perfecto para hacer algo, porque lo mejor no se planea, porque no todo tiene por qué ser malo... pero es que somos así, la inmensa mayoría. Y el tema que más se me ocurre con el texto: el amor y no lanzarse a decírselo, esperando a ese momento perfecto que no se sabe cuál es y que no llega.
    Un beso :)

    ResponderEliminar