28 de febrero de 2011

Costumbres

La rutina agobia. Hoy domingo. Mañana, lunes.

Nos levantaremos para entrar a clase a las ocho y media, todos un poco con cara de muertos y a aguantar al explotador de turno haciéndonos copiar cosas y atender un poco. Nada nuevo, rutina.





A veces las costumbres se agradecen. Un café cada domingo, por ejemplo. Hoy llegamos al 1'15, nos sentamos y a los dos minutos vino la camarera con una sonrisa, dos cafés con leche y una mixta.


Últimamente tenemos la mala costumbre de ponernos a actualizar cuando son las tres menos cinco y en nuestras casas ya empiezan a preguntarse si iremos algún día a comer... y así tenemos las últimas entradas hechas deprisa y corriendo y pasándonos la tradición del blog un poco por el forro por culpa de tuenti, tqd y demás chorradinas de internet.

Las costumbres son cómodas, simplemente te "acostumbras". Y se van haciendo cada vez más prácticas, como quien estudia los exámenes dos horas antes de clase o quien se pasa media vida pegado a un ordenador.

Pero, ¿qué pasa cuando la situación se sale de lo habitual? No se puede reaccionar, estamos demasiado anclados en la misma rutina. Es terriblemente monótono tenerlo todo planeado con siglos de antelación, saber exactamente lo que vas a hacer al día siguiente, paso por paso, hasta lo que te vas a poner (y lo dice la experta del último día a última hora). ¿Para qué vivir sin sorpresas? ¿Por qué seguir los pasos de un camino trazado entre los barrotes del "más de lo mismo"?

Es genial la sensación de levantarse con ganas de que el día te sorprenda, de emocionarse cuando tus amigos te llaman de golpe cuando ya es tarde con algún plan tonto para pasar algo de rato juntos. Mientras la compañía sea buena, ¿a quién le importa que un concierto sea una mierda o que la lluvia te destroce el pelo? ¿Te acordarás cuando presumas de nietos por la ciudad de la música o de tu aspecto ese día o de lo bien que lo pasaste?

¿No es improvisar la esencia de la vida?

- ¿Qué vas a hacer mañana?
- Si llego a mañana... ¡pasarlo de puta madre!

Manu & Cris
(escrito un lunes a las once de la noche... pero puede colar como domingo retrasado)

2 comentarios:

  1. Hay talento eh, pero hay que mejorar la redacción... jajaja
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Bien dicho ^^
    Si siempre se hace lo mismo, está todo planeado y sabemos lo que vamos a hacer y dejar de hacer, no tiene gracia, además de que cansa, aburre y de todo.
    La vida tiene que darnos sorpresas, pequeños cambios, momentos inesperados... Ojalá sea así :)
    Un beso

    ResponderEliminar