13 de agosto de 2013

Café en línea recta.

Hoy, no sé.
Me he despertado saludando al café,
y al tercer sorbo ya no sabía ni qué hacer.
Hoy quería vivir en verso, no sé porqué.
Incoherente de mí, apuré la taza: lo intenté.
No creo en poesía, me supera como arte:
un arte que roza el desastre.
Ni divido los versos, ni hago estrofas...
Me desespero, se escapan las horas.
Pero hoy me era fácil:
chapuzas y muy sencillas.
El ritmo asonante lo marcaba el lápiz,
y las rimas aparecían solas, distraídas.
¿Y lo mejor de pensar en poesía?
Sentir que sientes lo perdido.
Que se te queda una sonrisa
cuando todo parece un sinsentido.
Pensar es sórdido,
e imaginar de inocentes.
Pensar que imaginas es una incoherencia.
Imaginar que piensas es demente.
Prefiero imaginar,
es mejor vivir de un sueño.
El engaño está presente,
pero en la poesía ese es todo nuestro empeño.
Hoy mismo, distraído,
imaginé haberte abrazado.
Debo de tener el corazón roído.
Fue una brisa la que abracé, sin embargo.
Y de tanto imaginar,
solo pensaba en ella,
pensamientos que llegaban a quemar.
Sabe que en mí ha dejado huella.
O no, no lo sé.
No, no tiene nada que saber.
Sólo fueron besos de días estivales:
no tienen nada que ver.
Seguí dejando volar mi imaginación,
estando cerca el décimo trago
me faltaba algo de inspiración,
escribiendo, sabiendo sin saber qué hago.
Maldita sea, la poesía empieza desde el vacío
llena de problemas de solución irreal
que acaban por tomar un desvío,
dejando verdades, sueños, y amor leal.
Tal vez necesitaba un poco de bohemia, de vida.
Café y estrofas nocturnas,
como artistas que en su día
solo escribían versos y letras sucias

Algo de amor por el silencio,
que solo se oiga el crepitar del cigarro encendido.

No, no es eso. Discrepo. Miento.
Yo quiero el amor que tú nunca me has dicho.


Manu
[We're just afraid of living life like we're loved and in love and alive to all the things we could be if we just believed that life is too short to be lived without poetry] -Frank Turner.

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